En promedio, cada ser humano saludable genera por día 1.4 litros de orina, compuesto por el que el cuerpo segrega sustancias de desecho. A fin de dar aprovechamiento a la excreción, el doctor Gabriel Luna Sandoval, investigador de la Universidad Estatal de Sonora (UES), experimentó con el líquido en una celda de la que habitualmente se obtiene hidrógeno del agua, y tras varias adecuaciones logró que el dispositivo produjera biocombustible para abastecer estufas de uso doméstico y energía eléctrica.
El logro le significó al científico radicado en San Luis Río Colorado una patente y el interés de producirlo industrialmente por parte de empresarios mexicanos y extranjeros.